Palomeque tenía un plan y a fe que ayer le salió a la perfección. Mucho se había trabajado esta semana el balón parado, algo que en lo que no estaba especialmente acertado el conjunto minero en las jornadas anteriores, y el trabajo trajo su recompensa.
Dos goles a balón parado, dos goles que dan la primera victoria fuera de casa de la temporada. Pero el partido en Lebrija tiene varias lecturas positivas aparte de las jugadas de estrategia. Por primera vez en liga los hombres de Palomeque dejaron su portería a cero.
Un detalle que tiene que convertirse en algo habitual, pero para convertirse en habitual tenía que darse esta primera vez.
Los goles llegaron en la segunda mitad tras una primera parte en la que La Unión tuvo el control del partido. En el 54, Monty que venía haciendo un partido imperial, abría la lata y en el 72 Casado marcaba el de la tranquilidad para los mineros. De ahí al final del choque tocó defender ese 0 en la meta de De la Calzada y a pensar ya en el próximo fin de semana donde toca volver a viajar a Marbella, el líder.
Y otro detalle positivo, anecdótico pero sintomático. Hoy dormimos en una zona más caliente de donde estábamos. Gusto da.